En un medio de Esteparia de cuyo nombre no quiere (este cronista) acordarse (sería aquel o este), apareció no ha mucho tiempo una declaración del Dr. Snowball en la que se defendía de las críticas (por supuesto que infundadísimas) a las renegociaciones de ciertos contratos petroleros. A continuación, algunos fragmentos esclarecedores con notas a cargo de nuestro editor:
Sobre la renegociación de los contratos petroleros, el primer mandatario dijo que
(1) los mismos tienen que ver con el presente para mayores ingresos y “para seguir incorporando gente y por supuesto que no van a ser incorporados estos abogados”
(2) -que presentaron un recurso de amparo- que siempre litigan y “viven a costilla del Estado” pero ahora “la Fiscalía de Estado gana juicios, antes los perdía”. Entonces para la renegociación de contratos “consultamos a los trabajadores. Nadie puede negar que el Sindicato de Petroleros privado, que es fuerte, y que se maneja con la salida de 3000 personas” sin embargo fueron los primeros que avalaron porque “alguien que hoy comienza en la actividad petrolera se va a poder jubilar como petrolero, orgulloso”.
(3) Toda la falta de inversión, de presencia del Estado y la falta de previsibilidad hacía

que todo el mundo pensara que en 10 años se terminaba el petróleo y nosotros terminamos con esta mentira también”.
(4) También le pidió a Carlos Maestro que primero dé
explicaciones con respecto “a la renegociación de los contratos leoninos de la provincia de Neuquén, él fue el que intercedió entre Sobisch y De la Rúa, que explique primero eso antes de meterse en este tema en donde sus propios correligionarios, lo aprobaron”.
(5) Sobre la reunión de los peronistas “disidentes”, que juntó a Carlos Menem y Jorge Sobisch entre otros, el gobernador dijo que “nadie tiene derecho a tener cronómetro y en términos partidarios, el General Perón dijo que el único heredero es el pueblo y somos nosotros los que tenemos que dar la discusión dentro del movimiento y se me decís que me parece, patético porque es una figura que a la gente la espanta”.
(6)
Notas
(1) “dijo que...” comienza aquí un largo período sintáctico que nos llevará por zonas impensadas y combinaciones sorprendentes como la repetición incesante de coordinadas y subordinadas. Disculpen el tecnicismo aquellos lectores no iniciados en los misterios de la gramática, pero basta leer de corrido hasta el siguiente punto para notar lo llamativo de la frase, que además nos depara sorpresas tales como “los mismos tienen que ver con el presente para mayores ingresos” formulación de una inquietante oscuridad semántica.
(2) Pasemos a lo netamente político: el Dr. Snowball no se anda con vueltas. Quien lo acuse de populista, demagógico e incluso de diplomático o de gobernante, sólo tiene que leer esta frase. Unas líneas antes, el primer mandatario estepario había declarado, siempre en su estilo trabajoso: “la crítica me fascina si está hecha con construcción” manifestando así su carácter abierto. Pues ahora no, qué tanto, ahora se gobierna para el que no joda y el que jode que se vaya a vivir a otra parte. Ciudadano que jode, no es ciudadano.
(3) No abundaremos en aspectos sintácticos porque son similares a la nota 1. En cuanto al contenido, simplemente llamamos la atención sobre el organismo, tan confiable, sobre el que se apoya el Dr. Snowball. Quién puede desconfiar de un sindicato... y sobre todo con la transparente historia sindical que tiene nuestra querida Esteparia
(4) Nótese que las comillas cierran pero no abren, detalle que deja entrever cómo el cronista se hace carne del proyecto snowballista.
(5) En este fragmento, los argumentos de –digámoslo con lágrimas de emoción en los ojos– nuestro líder, el benemérito Dr. Snowball, alcanzan cumbres napoleónicas: la mejor defensa es un buen ataque. Y más cuando el atacado es un radical, que están para el cachetazo. ¡Qué importa que a la petrolera le queden todavía diez años por delante!, ¡qué importa que no hayan invertido un peso y a quién le importa si invierten o no en los próximos diez años! ¡y en los veinte que siguen tampoco! ¡Lo que importa es que ustedes, radicales, son peores! Una lógica impecable contra los argumentos esgrimidos por los abogaduchos.
Pero algo más: su estilo. Su retórica. Fíjense la innovación siempre al borde de la agramaticalidad, siempre la sorpresa en su discurso: “que explique primero eso antes de meterse en este tema en donde sus propios correligionarios, lo aprobaron”. Donde uno espera un que salta un en donde. Simplestivamente brillante.
(6) Un cierre a capa, espada, puñal, facón y poncho de nuestro sublime cronista. Qué gran enredo, qué frase laberíntica, que verdadera fe de erratas.